Fue un mal partido de Independiente y por eso cayó sin atenuantes con Peñarol, por 107 a 96 (54-48), en una nueva jornada de la Liga Nacional de básquet. Las cifras son la mejor demostración de que el "rojo" no cumplió con la mejor parte de su juego, que es cuidar el cesto propio.
Los dos marcaron individual, pero no fueron del todo eficientes en esa función. En los primeros diez minutos el "milrayitas" tuvo dos individualidades excluyentes, Byron Johnson (convirtió 11) y Román González (13), para que el quinteto local se fuera arriba al descanso, por 26 a 20.
El "rojo" después de un buen arranque, con Jervaughn Scales y Cedric Moodie, como figuras salientes, cayó en u bajón, del que sólo lo sacó por pasajes Federico Marín.
El segundo tramo fue 28 iguales. En Peñarol aportó más el perímetro y llegó a sacar 14 de luz sobre el representante neuquino, que reaccionó en los tres minutos finales, metió un parcial de 11-0 y se puso en partido.
Así se fueron a los vestuarios con un 54-48 para los marplatenses, lo que dejó en evidencia que el resultado estaba abierto.
Habitualmente, Independiente hace muy buenos juegos cuando vuelve de los vestuarios, pero ayer fue la excepción, porque fue en el momento en que el rival le sacó más ventaja al final del parcial (80-69).
Anduvo bien el perímetro del local, mientras que el juego colectivo de la visita apareció por ráfagas.
Con la salida de Marín, expulsado del juego, en Independiente y la vuelta de Johnson, el local se fue paulatinamente despegando. González fue imparable para su marca y los marplatenses cerraron con comodidad.