David Nalbandian es así: una suerte de jeroglífico de carne y hueso. Hace unos días el cordobés se desayunó con una amarga noticia, al saber que la final de la Copa Davis, pactada para 21-23 de noviembre, no se jugaría en sus tierras, si no en Mar del Plata. Lejos de bajonearse, se quedó con el torneo de Estocolmo mostrando momentos de delicioso tenis.

En la cancha, sobre carpeta y bajo techo, las mismas condiciones elegidas ante España, fue todo positivo lo que hizo. Venció con claridad al sueco Robin Soderling, por 6-2, 5-7 y 6-3, y se alzó con la segunda corona del año, la novena de su carrera. Fuera de su "hábitat", el de Unquillo mostró las mismas molestias de siempre e incluso puso en duda su presencia en la final por la Ensaladera de Plata. Nalbandian elevó la tensión de la final al punto de decir que en la elección de Mar del Plata para ser sede ante España hubo "algo por debajo de la mesa" e insinuó que podría bajarse. "Veremos si juego", dijo.

Lejos de los conflictos, Rafael Nadal desdramatizó la situación al punto que dijo no entender el por qué de la confrontación: "Según lo que me he podido informar Mar del Plata es una ciudad bonita, ¿por qué no se va a jugar allí una final como ésta?", dijo en Madrid tras recibir el trofeo que certifica su condición de número uno del mundo.

También le restó importancia a la posición geográfica de Córdoba, uno de los argumentos de Nalbandian para sostener a su provincia. "No creo que haya diferencias, porque en pista cubierta la influencia de la altura se nota menos. La polémica la crean los que la quieren crear", comentó el "1".

Más allá de su advertencia, lo cierto es que la victoria de David es un buen augurio de cara al trascendental choque ante la Armada Española. El cordobés sólo resignó un set en todo el torneo y ese fue el segundo de la final del torneo en una superficie rápida bajo techo.

"Todo estuvo excelente -declaró Nalbandian-. Aquí es perfecto para jugar bajo techo'', dijo el 7º del mundo, quien ya se había consagrado en el Abierto de Buenos Aires, y una semana después perdió la final en Acapulco.

El inicio del juego para Nalbandian fue dominante mediante un gran despliegue de precisión, quebrándole el servicio a Soderling en el mismo primer game y adelantándose 4-0. David sólo cedió tres puntos con su saque en la primera manga. Pero Soderling reaccionó en el segundo y con quiebres en el octavo y duodécimo games logró nivelar.

El juego estuvo igualado en el tercer set hasta el séptimo game, en el que Nalbandian finalmente logró el quiebre en un cuarto intento, tras un revés del sueco que terminó en la red, para irse arriba 4-3.

Con un saque impecable, el cordobés puso las cosas en su lugar y después quebró otra vez, cuando Soderling cometió doble falta en el punto para el campeonato.

"Lo tenía en el segundo set con un quiebre arriba, pero él supo reaccionar y jugar mejor al verse bajo presión'', dijo Nalbandian, ahora con récord 5-1 sobre Soderling.

Su próxima cita será defender su título en el Masters de Madrid. "Será diferente que aquí, pero vengo jugando bien e intentaré repetir. Pero mi gran objetivo es la final de la Davis'', culminó.

lunes 13 de octubre de 2008