Fue la tarde noche menos esperada para Boca, un equipo que venía de ganar dos partidos entresemana (ante Newell’s y la Liga de Quito) y se enfrentaba con uno sumamente irregular, que había perdido en la última fecha ante Gimnasia de La Plata. Pero como el fútbol está generalmente alejado de las lógicas, en Mendoza se dio un partido de locos que terminó en una goleada impensada: 4-1 para el “Tomba”.
La figura de la jornada fue un Jairo Castillo que acarreaba una sequía importante, que se recuperaba de una lesión y que terminó dándole una lección al “Xeneize”, con un triplete y una actuación para enmarcar.
Lo cierto es que el partido arrancó mejor para el local, que tuvo un par de buenas situaciones de peligro, pero fue la visita la que se puso arriba en el marcador. Fue a los 36, cuando Leandro Gracián armó una buena jugada por derecha y la terminó con un disparo cruzado.
Pero tres minutos después, Godoy Cruz encontró el empate. Una combinación entre Figueroa y Ariel Rojas terminó con un centro que el “Tigre” de cabeza transformó en gol. En ese momento fue demasiado el premio para Godoy Cruz, pero Boca fue incapaz de plasmar su superioridad en la valla.
Ni bien se puso en marcha el ST se notó que Boca se plantó en campo mendocino con ambiciones, pero en el primer ataque los mendocinos se pusieron en ventaja. Figueroa mandó un centro pasado, Guillermo Franco puso la pelota al medio para que Sigali marque el desnivel, a pesar del esfuerzo de Caranta.
Tras unos minutos de desconcierto, Boca metió a Godoy Cruz en su área, pero el equipo de Daniel Oldrá salió de su asedio y a los 15’ Encina habilitó a Castillo y el colombiano definió suave y cruzado. Sorpresa general en el estadio Malvinas Argentinas. Boca con todo su orgullo a cuestas tuvo que salir a buscar el descuento, mientras el Tomba se preparaba para apostar al contraataque, plan que le dio resultado al máximo. Supo defenderse de los embates xeneizes y Jairo, en una escapada, estableció el 4-1 definitivo.
En conclusión, un revitalizado Godoy Cruz se aprovechó de un Boca que acusó el trajín de partidos, situación que encendió la alarma en La Ribera, teniendo en cuenta la seguidilla de compromisos por venir.
Fin del periplo
Todos coinciden que Boca es un equipo con carácter y variantes, pero parece no ser lo suficientemente resistente como para aguantar el duro trajín al que fue sometido en la última semana.
El domingo 21, el equipo de Carlos Ischia arrancó con su periplo de cuatro partidos en siete días y parece que el cansancio pudo más, más allá de que el balance haya quedado equilibrado. Largó perdiendo con Tigre 3-2 en La Bombonera con los habituales titulares. Ischia les dio descanso para el debut de la Sudamericana y con mayoría de juveniles superó 4-0 a la Liga de Quito. El jueves goleó a Newell’s en Rosario 4-2, pero ayer el esfuerzo les pasó factura en Mendoza.