Argentina está ante la chance más concreta de ganar la ansiada Copa Davis. Por eso, desde el momento en que el equipo se aseguró la final en casa, comenzó el "tironeo" entre las ciudades que pretenden ser sede. A dos días de la trascendente decisión, siguen en carrera Mar del Plata, Buenos Aires y Córdoba.
A la hora de las influencias, pesan las cuestiones políticas, y también desde adentro David Nalbandian, el aún hombre fuerte del equipo.
El primer paso lo dará hoy la Federación Internacional de Tenis (IFT) que, desde Londres y con el análisis de los informes de los escenarios posibles, deberá avalar a las sedes. Las tres candidatas tienen que presentar una capacidad para 12 mil espectadores o al menos una cifra que se acerque, sólo así recibirán el visto bueno.
Después la cosa quedará en
manos de la Asociación Argentina de Tenis (AAT), que tendrá la determinación final.
La dirigencia, de no haber mediado los lobbies políticos y la tácita presión que ejerció Nalbandian por llevar la final a
sus pagos, coincide, desde las entrañas del tenis argentino, que Buenos Aires es el lugar natural para el choque entre la "legión" y la "armada".
El gobernador Juan Schiaretti primereó llamando a Nalbandian y propone al "Orfeo", que debería ser ampliado para llegar a la cantidad requerida.
También el intendente de Tandil, Miguel Lunghi hizo la apuesta en conjunto con su par de Mar del Plata, Gustavo Pulti, para llevar la serie a "La Feliz", plaza más cercana para que la gente de Juan Martín Del Potro lleve su aliento al nuevo ídolo.
El gobernador Daniel Scioli anunció apoyo para los más de 3 millones de pesos necesarios para ampliar el Polideportivo Islas Malvinas.
El Luna Park, que en principio tenía mayores chances, y que es el mejor visto por la dirigencia, es el que se quedó con el menor apoyo.