El clásico platense volvió a teñirse de rojo y blanco: por quinta vez consecutiva Estudiantes se quedó con el duelo local tras vencer a Gimnasia (3-1) y estirar a seis partidos la racha sin derrotas ante el Lobo.
El oficio de sus jugadores y la mayor contundencia frente al arco rival le permitieron al conjunto de Leonardo Astrada superar una vez más a su eterno adversario, al que le faltó tranquilidad en los momentos críticos y eficacia a la hora de resolver frente al arco rival.
En un primer tiempo equilibrado fue Estudiantes el que marcó la diferencia a través de una pelota parada, de esas que tan bien maneja. Gimnasia tuvo un poco más el balón, gracias al trabajo de Mariano Messera, pero le faltó resolución. Falló en los últimos 20 metros y por eso no pudo alcanzar el empate.
La apertura llegó a los 18 minutos, cuando Estudiantes había emparejado un mejor inicio del Lobo. Un centro muy bien ejecutado por Juan Sebastián Verón encontró demasiado libre a Alayes, que sólo tuvo que peinar la pelota para descolocar a Gastón Sessa y sellar el 1-0. Gimnasia sintió el golpe y Estudiantes ganó en tranquilidad.
La salida de Enzo Pérez, a quien Astrada reemplazó con Leandro Benítez, le permitió a Guillermo Sanguinetti parar una línea de tres, adelantando a Álvaro Ormeño como volante por derecha, variante que le permitió a la visita ser más agresiva.
Cambios opuestos
A los seis minutos del segundo tiempo, Gimnasia sufrió la expulsión de Maldonado por una plancha alevosa a Verón, pero el Lobo se agrandó. Y llegó al empate: Néstor Martinena se la bajó a Franco Niell, quien cacheteó la pelota hacia un costado y dejó solo a Sebastián Romero, para que sólo tenga que empujarla y marcar el 1-1.
Inmediatamente el entrenador “tripero” hizo ingresar a Jorge San Esteban por Niell y rearmó su defensa, pero dejó el ataque más huérfano -Martinena quedó muy aislado- y Gimnasia apostó a contragolpear... O a empatar.
Astrada, en cambio, sacó un defensor y puso un delantero al ingresar Calderón por Juan Manuel Díaz. Parecía que el clásico moría igualado, pero apareció Calderón, bajó un centro de Salgueiro con el pecho y sacó un zurdazo que dejó sin chance a Sessa.
Gimnasia se fue desesperadamente al ataque y en una réplica letal Salgueiro habilitó a Boselli, quien puso el 3-1 y se desató la fiesta albirroja.
Fue un justo triunfo para el equipo más pensante, que no se desesperó y supo liquidar a un rival que llegó al clásico en su mejor momento de los últimos dos años, pero otra vez se retiró muy golpeado.
“Sabemos ganar clásicos”
Para Juan Sebastián Verón no hay casualidades, y Estudiantes sabe cómo ganar clásicos: “Yo ya no creo en las casualidades en este tipo de partidos. Estudiantes demostró que sabe jugar los clásicos y eso se vio en la cancha”, explicó ayer la Brujita tras el triunfo de su equipo sobre Gimnasia (3-1).
Y amplió: “La racha no es casual (5 triunfos al hilo en el clásico platense y 6 partidos sin perder ante Gimnasia), fuimos más concretos y si bien ellos tuvieron un poco más la pelota no crearon situaciones claras”.
Con respecto a las virtudes del “pincha” , Verón evaluó que “Estudiantes es un equipo con mucho amor propio y tiene un compromiso tanto con el club como con los colores”.
Por su parte, José Luis Calderón, que se dio el gusto de desnivelar las acciones con un golazo, consideró que “la clave para ganar el clásico fue mantener la tranquilidad”. “Cuando te toca entrar en un partido así tenés que mantenerte tranquilo, porque en algún momento va a aparecer la oportunidad de marcar. Por suerte se me dio”, remarcó el artillero.
“Me siento con ganas de seguir”
El entrenador de Gimnasia, el uruguayo Guillermo Sanguinetti, admitió ayer, tras la derrota ante Estudiantes (1-3), que “perder el clásico duele mucho, pero me siento con ganas para seguir, sé que hay jugadores para salir adelante”.
Y agregó: “Me voy muy preocupado por le resultado, pero confío en el grupo, se está haciendo un trabajo muy bueno, sólo que los resultados no se dan”.
Con respecto al rendimiento de sus dirigidos, Sanguinetti evaluó que “dejaron todo en la cancha”. “A los futbolistas no se les puede reprochar nada porque dejaron todo en el campo de juego. Tenemos que seguir pensando en el objetivo final, que es mantenernos”, precisó.
Con respecto al desarrollo del juego argumentó: “En el segundo tiempo, cuando Gimnasia salió a buscar el partido (perdía 1-0), enseguida nos quedamos con diez (por expulsión de Rubén Maldonado) y eso fue dar demasiada ventaja”.