Acostumbrado a ser el gran protagonista en las definiciones por Copa Davis, esta vez David Nalbandian no se robó el protagonismo. Incluso, se lo vio fastidioso en varios tramos del partido, como cuando se le rompió una raqueta o en algunas ocasiones cuando el público se apresuraba a festejar un tanto.

"El público estuvo bien. Lo que jode un poco es cuando cantan mala una pelota que es buena. Pero son 14 mil personas y cuesta controlar a todos", señaló el cordobés, quien tuvo un comportamiento algo ambiguo con la gente.

En determinados momentos del partido fue el propio Nalbandian quien arengó al público para que alentara, algo que fue percibido por su rival, Nicolay Davydenko, quien se acercó al juez de silla Carlos Bernades para quejarse de la situación.

"Somos profesionales y han ciertos comportamientos que debemos respetar -señaló el ruso-. Una cosa es cuando el público alienta espontáneamente y otra cosa diferente es que el jugador incentive al público para que se levante y grite. No es muy profesional ni muy bonito de parte del jugador", sentenció el número seis del mundo, quien a su vez no se quejó del comportamiento de la gente: "Seguramente si entendiera español me parecería un público hostil. Pero por suerte no sé nada así que hasta me pareció un público divertido por momentos. Después del partido que gané, espero tener varios fans en Buenos Aires".

Sobre el partido, ambos coincidieron en que el resultado fue justo teniendo en cuenta el desarrollo. Davydenko dijo: "Cuando iba perdiendo en el segundo set, estaba difícil. Hasta que le agarré el punto y pude cambiar el partido. Nalbandian jugó los tres días y estaba algo cansado físicamente. Seguramente no pudo mostrar su mejor tenis. Incluso noté que estaba algo nervioso desde el principio y que intentó enchufar al público. (ABA)