Cuando la Asociación Volantes de General Roca encaró este año, se fijó como objetivo la realización de tres pruebas a nivel nacional. Una, fuera de discusión, sin importar el costo, como la Vuelta de la Manzana, que en agosto último cumplió su 38 edición. Otra, el TC 2000. Y la tercera, la más compleja en principio en la negociación, el Top Race.
Los grandes desafíos de la AVGR empezaron con el TC 2000.
Fue en mayo último y resultó un éxito tanto en lo deportivo como en lo organizativo, con una respuesta de aficionados que sorprendió a propios y extraños.
Inclusive, ni siquiera en la AVGR se imaginaban semejante convocatoria, que se-gún los propios dirigentes del TC 2000 ubicó a Roca entre las más taquilleras de Argentina.
Después de semejante suceso, que mucho ayudó la forma en que tienen los dirigentes de la categoría en trabajar en la promoción de sus espectáculos, llegó el segundo de los desafíos planteados por Jorge "Goyo" Martínez, el presidente de la AVGR que está cumpliendo los 25 años al frente de la entidad, y su gente. Fue la 38 edición de la Vuelta de la Manzana, la prueba más legendaria del rally sudamericano, sólo superada en su dimensión por la prueba mundialista que anualmente se disputa con epicentro en Córdoba.
Aún se sigue hablando de la "Manzana", que volvió a unir los certámenes argentino y regional, recuperando el poder de convocatoria del rally. Y también con una espectacular respuesta de la gente, que desafío las bajas temperaturas y el viento, para estar presente en este verdadero clásico que tiene el automovilismo argentino.
Pero, aún quedaba un tercer desafío, el del Top Race, por el cual la AVGR hizo lo imposible para mantener su prueba.