Cuando Daniel Passarella se enteró de la nueva recaída de Ariel Ortega antes de la primera fecha del Apertura, y de la preocupación de su familia, tuvo una idea. El "Káiser" habló con el presidente de Independiente Rivadavia de Mendoza para que el "Burrito" juegue en la "Lepra", y de paso esté cerca del profesional chileno que lo ayudará con su problema con el alcohol.
Así lo reveló ayer el entrenador, quién además reafirmó que "Ariel fue como un tercer hijo para mí y creo que él así lo siente también porque siempre me escuchó y me respetó como si yo fuera su padre. Además él y Sebastián, mi hijo fallecido, eran grandes amigos".
Passarella reveló que la madre y la hermana del jugador le pidieron ayuda ante la nueva recaída del "Burrito". "Me dijeron con angustia que si Ariel se iba a Emiratos Árabes, por la lejanía, las costumbres y la diferente mentalidad, le podía pasar cualquier cosa".
Ante este panorama, el "Káiser" relató cómo fue que Ortega terminó recalando en Cuyo. "Me acordé de una reunión que tuve con Daniel Vila, (titular de Independiente Rivadavia). Me había quedado grabado que comentó que era capaz de cualquier sacrificio por darle a su club categoría especial".
El DT reveló que luego de que Vila le dio una primera palabra positiva, se reunió con Ortega y que al "Burrito" "se le iluminó la cara con la posibilidad".