A la hora de acelerar, Marcos Ligato dejará por unas horas su nueva tarea de dirigente y se meterá de lleno en su función de piloto. Es el único que hasta ahora pudo ganarle de frente a un casi invencible Federico Villagra. Y en la Vuelta de la Manzana buscará demostrar que la victoria que le sacó de las manos al "Coyote" en Catamarca no fue casualidad.
Ligato sabe que cuenta con un auto súper veloz, que anduvo muy bien en los caminos valletanos en la pasada "Manzana".
¿Llegó la prueba más esperada para enfrentar a Villagra?
- Sin dudas. Ganarle en la "Manzana" sería algo espectacular por la trascendencia que tiene la prueba. No descubro nada con señalar que es una de las más importantes de Sudamérica. ¿Quién no quiere alguna vez ganarla? Si hasta muchos se dan por conformes con largarla.
¿Cómo la imaginás?
- Dura, durísima, como siempre. Es una prueba que tiene pisos cambiantes, aunque muy entretenidos para manejar y andar rápido.
¿Encima, como está el certamen no da para levantar?
- El ritmo de las pruebas es tremendo. Basta con mirar los tiempos que hicimos en las pruebas anteriores. Hay especiales que se definen a la décima, lo mismo que las etapas y la victoria en una general después de dos días de andar a fondo como en Catamarca, donde le gané a Federico por apenas 3s 1/10, si después de más de cien kilómetros de especiales.
¿Parece una pulseada entre Villagra y Ligato, pero hay más al acecho?
- El Grupo N-4 está bárbaro. Fue muy bueno el comienzo de Luciano Bernardi, no tuvieron suerte Alejandro Cancio y Nicolás Madero. Ya ganó Gabriel Pozzo y Claudio Menzi anda cada vez más rápido. La verdad, ni Villagra ni yo nos podemos descuidar.