El tandilense Del Potro pasa por su mejor año y de no haber llegado nunca a una final, pasó a jugar tres y a ganarlas todas. Un ciento por ciento de eficacia.
En este presente mucho tiene que ver su nuevo entrenador, Franco Davín, porque desde que trabaja con él, vinieron los éxitos.
Ayer, después de conseguir "la mejor victoria de su carrera", según confesara en rueda de prensa el tenista, se refirió al papel de Davín en su tenis: "mi problema antes era que me relajaba, me salía del enfoque sobre lo que tenía que hacer. Ahora aprendí a concentrarme en lo mio y soy consciente de las armas que tengo".
Sobre el partido de ayer, comentó que "me pidió que jugara mucho por el centro y que después lo abriera. A Roddick hay que variarle para sacarlo de su juego".
Y agregó: "sé que él no estaba en plenitud, pero yo jugué en forma increíble. Saqué muy buenos tiros y tengo que agradecerle a la gente, al público, que me trató muy bien".
Del Potro dijo al final que "espero mejorar, porque puedo dar mucho todavía".