No hay mejor manera de despedirse que en lo más alto. Eso es lo que consiguió ayer Luis Aragonés, que deja la selección española tras lograr en Viena el mayor éxito futbolístico de la historia del país.
Tras el 1-0 final sobre Alemania se acordaron enseguida de ir hacia el banquillo para festejar con el "abuelito", como lo llamó Iker Casillas. Entre todos los jugadores lo alzaron y lo lanzaron al aire, una y otra vez.
"Me voy porque no se hahecho más para que yo me quede", explicó antes de la final. "Cuando me clasifiqué, nadie me dijo nada y decidí que me iba, no hay marcha atrás", señaló el DT.
Aragonés deja el puesto como campeón de Europa y como el mejor seleccionador de la historia, con 39 triunfos en 54 partidos, 11 empates y sólo cuatro derrotas.
"Luis es un fenómeno. Estamos con el 'míster', llevamos cuatro años con él, con momentos buenos y malos. Hemos creado una conexión muy buena, es más que un padre, estamos encantados con él", elogió el capitán Casillas. "Ahora entiendo por qué le llaman 'el sabio'", dijo el arquero. "Lo tendremos siempre en el corazón. Nos ha marcado a todos", afirmó por su parte Xavi.