Con sufrimiento y más de un susto, Racing celebró como un título su permanencia en Primera División, tras ganarle a Belgrano de Córdoba por 1-0 el partido decisivo de la Promoción.
Maximiliano Moralez marcó el único gol a los 10 minutos y si bien fue el reaseguro para darle tranquilidad a su equipo, el "Pirata" tuvo en su falta de definición el argumento de la derrota.
En medio de un desarrollo cambiante, fue la Academia la que tuvo los momentos de dominio. Claro que la primera chance fue cordobesa y el "Cilindro", colmado de hinchas de Racing, casi enmudece.
A los 9, Gigli tuvo un mano a mano con Martínez Gullota, pero su disparo se fue desviado por centímetros. Esta jugada pudo haber cambiado la historia.
Sin embargo, un minuto después, Sánchez, lo mejor del local en la parte inicial, inició una acción en tres cuartos de cancha, Moralez avanzó con pared con Sava y la pelota volvió a Maxi que convirtió cruzando la pelota al segundo palo. Locura total y un paso clave.
Pero volvieron las carencias en el fondo, y un cabezazo fuerte y abajo de Berza impidió el control de Martínez Gullotta y Gigli no le pudo pegar claro.
En una mala salida de la defensa de Belgrano le dejó el segundo al paraguayo Bonet pero el volante se "nubló" y pateó al cuerpo de Olave.
Luego tuvo otra Bonet -mejor en la recuperación que en el ataque- que buscó tirar un centro y la pelota se fue junto a un ángulo del arco cordobés.
En el segundo tiempo, asomó Racing con un cabezazo tempranero de Sava que Olave sacó al córner. No entró, pero fue una señal positiva.
En medio de la vorágine y con dos equipos sin ideas claras, podía pasar cualquier cosa. Un grueso error de Mercado le dejó la pelota servida a Suárez, quien metió el centro para Gigli. Pero otra vez, el héroe de Córdoba falló en Avellaneda.
La más clara fue una jugada que se convirtió en una sinfonía de errores entre la defensa de Racing y quien debía ser el definidor de Belgrano. Un pase largo frontal pasó entre Cáceres y una salida grotesca de Martínez Gullotta. Bustos quedó solo, con el arco a su disposición, pero le erró dos veces a la pelota. Increíble.
Así como la mala suerte envolvió a Racing en los últimos minutos de varios de los partidos del Clausura, esta vez la Academia tuvo esa cuota a favor. Los sustos pasaron y pitazo de Sergio Pezzotta largó el desahogo, llanto y cánticos. Jugadores e hinchas de Racing celebraron, como si fuera un título.