Su afición a los alfajores y a las galletitas le terminó pasando factura a Marcelo Bielsa.
El entrenador de la selección chilena viajó el sábado a Rosario para estar con su familia y someterse a un tratamiento para bajar de peso en un centro especial, según consigna el diario "La Tercera". Deberá ponerse a dieta y ya fue sometido a exámenes en Chile, cuyos resultados están en manos de su médico, en Santa Fe, que pretende que tenga el aspecto que ofrecía antes de llegar al país trasandino.
A su debilidad por lo dulce le ha agregado otras: le encantan frutas veraniegas y unas galletas llamadas "Criollitas" que contienen gran cantidad de azúcar.