ROCA (AR).- Después de casi medio siglo sin alegrías, Obrero Dique es nuevamente el mejor del Valle. Como escribió alguna vez el inolvidable Osvaldo Soriano, nadie pudo ganar en Barda del Medio. Pero, como ayer, el "Rojinegro" sí salió victorioso de rodeos ajenos y cerró una campaña sin fisuras al terminar invicto.
Asediado por Atlético Regina, el equipo de Javier Bravo debía derrotar a Deportivo Roca en el Maiolino para no depender de la suerte del "Albo" ante Cipolletti. El nuevo campeón no falló y superó 2-0 al "Naranja", resultado que le alcanzó para dar la vuelta.
Su producción a lo largo del torneo se destacó por su buena vocación ofensiva, con interesantes individualidades como Emiliano Paponi, Darío Villegas y el interminable José Valledor, además de un correcto trabajo defensivo. Los de Barda del Medio terminaron el Apertura como el equipo más goleador y el menos vencido.
Chapa de campeón
Desde el inicio la visita mostró sus intenciones y mantuvo a Roca en su campo, pero no pudo concretar debido la buena defensa de los locales y a imprecisiones propias, producto de los nervios.
Con el correr de los minutos el "Naranja" aprovechó errores ajenos para recuperar y salir de contraataque, mostrando un afinado juego colectivo. Así, el encuentro se fue equilibrando con llegadas de ambos conjuntos.
Pero la visita golpeó primero. A los 30", tras un pelotazo largo de Villegas y una buena corrida de Paponi, Obrero se adelantó.
El "Rojinegro" no permitió que el "Depo" reaccionara y seis minutos después, se colocó 2-0 con un taco de Beratz para la algarabía del numeroso público visitante que acompañó al equipo.
A la vuelta del descanso, Obrero salió a liquidar el partido y casi lo logra a los 3' con un cabezazo de Valledor. Mientras, Roca siguió buscando achicar la diferencia pero se mostró desordenado en los últimos metros y no pudo vencer la correcta tarea defensiva de los campeones.
Sobre el final, el local siguió atacando mientras la visita se replegó para cuidar el resultado. El empuje no les alcanzó al "Depo" para evitar la derrota. Tampoco para que un emocionado Obrero Dique, diera la vuelta olímpica.