Tras la derrota de Suiza el sábado y la de Austria ayer, se confirma que la Eurocopa dispone de los anfitriones más débiles en mucho tiempo.
En un colmado estadio Ernst Happel, en Viena, y con todo el país parado y vestido de rojo y blanco, la selección austríaca dejó en claro que le sobra entusiasmo pero le falta mucho fútbol. En el debut por el grupo B de la Euro cayó ante Croacia por 1-0.
El encuentro comenzó derecho para los croatas, cuando el defensor austriaco Rene Aufhauser volteó torpemente a Ivica Olic en el área. El árbitro holandés Pieter Vink no dudó en pitar y Luka Modric, nueva figura del Tottenham, se encargó de cambiar la falta por gol.
Ahora los croatas se medirán con Alemania el jueves próximo, y deberán levantar su nivel si quieren prevalecer ante los germanos. En tanto, los anfitriones chocarán con Polonia, en un partido que necesitan ganar para llegar con ciertas esperanzas a la última fecha del grupo.
"Sale a escena el "grupo de la muerte": Choque de gigantes en el grupo C, sin dudas el más duro del torneo. En el primer turno se enfrentarán Rumania y Francia. A continuación estarán frente a frente Holanda-Italia, el primer partido con aire de clásico del torneo.
A Holanda nunca le ha sido fácil la 'azurra': apenas la venció dos veces en 15 partidos y todavía le duele la herida de la eliminación por penales en semis de la Eurocopa 2000.