Dos golazos, inteligencia y practicidad, más un empate en La Paternal. Con estos ingredientes, River cocinó un domingo perfecto: derrotó a Colón (2 -1), y gracias también a la igualdad de Estudiantes ante Huracán en la cancha de Argentinos, es el único puntero del torneo Clausura, a dos fechas de su final.
Ariel Ortega, Villagra y Oscar Ahumada fueron las figuras de un River que, a pesar del merecido triunfo que se llevó de cancha de Colón, no desplegó un fútbol de alto vuelo.
Un fútbol sin arcos, con los arqueros como privilegiados espectadores, así podría definirse los primeros cuarenta y cinco minutos. Los santafesino tuvieron una mayor posesión de la pelota y el campo de juego, pero no ideas como para inquietar ni a la defensa de River ni a su arquero, Juan Pablo Carrizo.
Y fue justamente la última línea, la que sostuvo a River en ese primer tiempo, destacable además por el hecho de estar con un hombre menos por la expulsión de Leonardo Ponzio, porque de allí para adelante el conjunto de Núñez no existió, salvo las buenas intenciones de Ortega.
La historia se repitió en los diez primeros minutos del complemento, pero todo cambió en el minuto 11. El Burrito dominó la pelota cerca del área grande, amontonó defensores a su alrededor y metió un pase en profundidad para la entrada de Villagra, quien definió con un toque por arriba cuando salía Blázquez.
Colón profundizó sus problemas para atacar y River definió el partido en el minuto 32. Andrés Ríos (ingresó por Ortega) dominó la pelota entre dos defensores, cruzó el pase para Sánchez, quien despachó un remate rasante y cruzado, que se metió junto al palo derecho.
Colón se despertó en los últimos 10 minutos y llegó al descuento a través de Gandín (35 minutos), pero ya era tarde. Un River práctico, que no jugó bien, ya se había asegurado el partido y con ello la punta del torneo.