Era un partido de real importancia para ambos, sobre todo pensando en las copas. Pero aquí, el que hizo valer la "chapa" fue Lanús, que despachó a domicilio a Tigre y ya sueña con entrar en la próxima edición de la Sudamericana para emular a Arsenal.

El 4-1 definitivo fue un duro golpe para el equipo de Diego Cagna, que sueña con meterse en la competencia internacional, pero que además no gana en el torneo doméstico desde hace ocho partidos (perdió 5, 3 en forma consecutiva, y empató 3). Ahora se encuentra en las últimas ubicaciones y parece un recuerdo muy lejano su última victoria, en la séptima fecha y ante Gimnasia de Jujuy.

El "Granate", que venía de ganarle a San Martín de San Juan, un triunfo que llegó después de nueve fechas al hilo sin poder sumar de a tres, pegó de entrada en Victoria.

Apenas iban 13 minutos cuando José Sand volvió a demostrar que es un gran goleador y venció a Islas, luego de una buena jugada de Lautaro Acosta. Y Tigre ni siquiera alcanzó a absorber el mazazo cuando el segundo le pegó en la frente, por obra de Matías Fritzler.

Los de Cagna no pudieron entrar en partido hasta los 40, cuando el movedizo Sebastián Ereros consiguió ganar una de las poca en el primer tiempo y clavó el descuento.

Pero estaba claro que era la tarde de Lanús, que siguió siendo superior y que, cinco minutos más tarde, sacó otra vez dos goles de diferencia con una buena definición de Sand, tras otro pase de la figura de la cancha, el intratable Acosta.

En la segunda mitad Tigre ni siquiera tuvo tiempo para soñar con un nuevo descuento, porque sobre los 9 el roquense Sebastián Salomón recibió un pase de Velázquez y puso el cuarto sin mayores complicaciones. Entonces Lanús se dedicó a regular para cerrar el cuarto triunfo de su flojo torneo. Mientras, Tigre sigue padeciendo la falta de fútbol.