Un rato antes de que los equipos salieran a la cancha, Diego Simeone tomó una decisión extraña: entrar al vestuario de Boca para saludar a Carlos Ischia. Pero no fue recibido por nadie. El entrenador "Xeneize" estaba en plena charla técnica con sus jugadores.
Cuando el partido ya había terminado y el triunfo de su equipo ya era historia, Ischia se refirió a aquella extraña visita: "No vi a Simeone", respondió. Dicen que la actitud del "Cholo" molestó al cuerpo técnico y también al plantel boquense. Después ya no hubo saludo. Ni dentro ni fuera de la cancha.
Tampoco hubo más palabras para el entrenador de River. La derrota pareció sellarle los labios a él y a sus jugadores. A las 18:33, las puertas del vestuario "millonario" se abrieron y comenzaron a salir en fila los futbolistas de River, en silencio.
Sí habló Carlos Ischia: "Hicimos un partido bueno. Sin jugar bien, creamos más situaciones que el rival, que casi no nos inquietó en todo el partido", sostuvo en conferencia de prensa.
Ischia admitió que "no sobró mucho porque el partido no fue bueno, pero lo tomamos con la fortaleza con que había que jugarlo. Estuvo durante todo el partido muy sólida la defensa, con los volantes que corrieron y recuperaron en forma extraordinaria, el caso de Pablo (Ledesma), Sebastián (Battaglia), Jesús (Dátolo). Hicieron un gran partido". "Con los cambios intentaron variar el curso de un partido que ya tenían bastante complicado. Nos llegaron solamente al final", concluyó Ischia.
Los entrenadores del Superclásico se cruzaron pero ni se miraron.