Cuenta la historia que la Asociación Volantes de General Roca nació como un club de amigos que compartían la misma pasión los fierros. Seguro que en el año 1963 no se habrán imaginado este presente. Sí, porque celebrando sus 45 años la AVGR, como se la conoce en todas partes, se convirtió en una marca registrada.
Perduró en el tiempo y creció hasta ubicarse como uno de los mejores clubes del automovilismo argentino, lo que no es poca cosa.
Como también es destacable que su gente tuvo la habilidad para ir adaptándose a los diferentes cambios que sufrió el automovilismo, más que nada en el rally, lo que le permitió convertirse en uno de los referentes.
Un circuito adecuado a las circunstancias para recibir a categorías de nivel como el TC 2000 o TRV6; una sede social que es un lujo, utilizada no solo por el club sino por parte de la comunidad, y toda la infraestructura para el contralor deportivo de rally, son algunos de los logros de la AVGR a través de sus 45 años.
Esta vez, el festejo es diferente porque coincide con los 25 años como presidente de Jorge Martínez, simplemente "Goyo" en el mundo del automovilismo.
Se hizo en el semillero del club, fue secretario y en 1983 tomó la posta para liderar la gran transformación de la AVGR, y no tiene la menor intención de ceder el mando, porque sigue encarando proyectos.
En sus comienzos, se le ocurrió llevar la Vuelta de la Manzana a Chile, ida y vuelta, y lo consiguió. Fue cuando la AVGR sacó chapa a nivel internacional.
Después se empeñó en modificar el circuito. No le gustó como quedó, y fue por más.
En el medio, un desafío inédito. Durante tres años la AVGR organizó con todo suceso la Fiesta Nacional de la Manzana.
Después prometió "una sede nueva" y cumplió. Su última gran obra, y la de sus alfiles, la nueva ampliación del circuito.
Por lo que parece, hay "Goyo" para rato.
RAÚL BERNAL
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