BARILOCHE (Raúl Bernal, enviado especial) - Federico Villagra está empecinado en seguir haciendo historia en el automovilismo argentino. Ahora se dio el gusto de dejar su sello en la 12ª edición del Rally “Corredor de los Lagos”.
Su trabajo fue impecable, prolongando una racha que parece no tener fin o al menos hasta que el “Coyote” disponga lo contrario, como no participar de alguna prueba porque se superpone con el Mundial, como sucederá en la próxima.
El cordobés poco menos que definió la prueba en el día 1. Es que si bien los 15 segundos y fracción que le sacó a Marcos Ligato no parecían decisivos con seis tramos de velocidad muy exigentes por delante, sí lo son a favor de un piloto de la tremenda categoría que tiene el múltiple campeón argentino.
Como se esperaba, Villagra encaró el día 2 con un objetivo definido, que fue aumentar la diferencia sobre Ligato, pero sin importarle el resto, por caso Luciano Bernardi, quien en Bariloche ratificó que su segundo puesto en Mina Clavero no fue casualidad, y Nicolás Madero (ver aparte).
Madero acumulaba triunfos en los especiales de la misma forma que el “Coyote” cada vez le sacaba más diferencia a un Ligato complicado, que ni siquiera pudo aguantarlo a Bernardi perdiendo la segunda posición.
En su desesperación por no perder más, Ligato se tumbó cuando promediaba el último tramo, mientras que Madero saltaba a la segunda posición sin escalas y Bernardi se tenía que conformar con un tercer lugar que le sirvió y mucho para consolidarse como escolta de Villagra en el Argentino.
Villagra sigue encaprichado en hacer historia. En tierras sirvió dio otra muestra de su contundencia.
Como piloto no hay discusión y encima sus hermanos le entregan un auto que es descomunal. Aunque también es muy justo señalar que tanto Bernardi como Sebastián “Batata” Beltrán y Juan Marchetto, los otros integrantes del equipo VRS, tienen la misma arma en sus manos que el “Coyote”. La diferencia está entre el volante y la butaca.
No hay rivales a la vista para Villagra, si bien Bernardi, Madero y Cía. le pueden robar algunos tramos, a la hora de la verdad no hay ninguno más efectivo que el piloto del Munchi’s en el Mundial.
¿Cuándo será el turno para otro piloto? Cuando Villagra o su auto lo dispongan. Por lo que parece, por el programa que tiene en el torneo ecuménico, el “Coyote” cordobés estará ausente en la tercera del Argentino en San Luis. Una buena oportunidad para sus rivales, también para ponerle más pimienta a un certamen que tiene al múltiple campeón como principal candidato.
En el Grupo N-4 Light, que se reforzó y mucho, el triunfo quedó para el tucumano Gerónimo Padilla, con un auto del equipo de Villagra, por lo que el festejo del “Coyote” fue por partida doble.
Terminó cuarto el debutante pampeano David Zille y se reenganchó ganando varios tramos el catrielense Cristian Giuliano.
Pirles volvió a su nivel
BARILOCHE (Enviado especial) - Sólo la goma rota que le hizo perder mucho tiempo cuando lideraba la prueba en el día 1 le impidió a Osvaldo Pirles cerrar con un triunfo su vuelta al certamen argentino de rally en la Súper R, donde en definitiva cantó victoria el Sebastián Abramian.
El local hizo la punta de movida nomás, pero los minutos que perdió fueron indescontable. Sabía que en condiciones normales no podía pensar en más que ganar unos puestos.
Tanto Abramian como el neuquino Carlos Valls y el roquense José Luis Gómez estaban muy lejos. Pero el día 2 tuvo preparadas muchas sorpresas en la Súper R y no se cayó el líder, pero si tuvieron problemas sus escoltas.
Pirles anduvo siempre a lo que dio el auto y empezó a escalar en las posiciones. Primero cuarto, después fue tercero cuando “Joselito” Gómez quedaba afuera y cerró su trabajo con un segundo lugar impecable.
Mientras, Valls tenía todo para estar en el podio, pero las ganas de algo más y los problemas en la caja de velocidades de su Subaru lo hicieron salirse del camino y perder un tiempo valioso, que lo mandó al quinto lugar.
Impecable debut
BARILOCHE (Enviado especial) - El chubutense Omar Kovacevich, actual campeón regional, tuvo el debut que soñó en el Argentino, alcanzando una impecable victoria en el Grupo N-2 y de premio fue el mejor en la tracción simple.
Dominó desde el mismo comienzo de la extenuante prueba y ni siquiera la rotura de un neumático en el penúltimo tramo lo complicó en su primera aparición en el Argentino.
Una vez más, el Debasa Rally Competición demostró que cuenta con autos que son casi unos tanques y se despacharon con otro “uno-dos” como sucedió en la primera del Argentino en Mina Clavero, porque Kovacevich fue escoltado por su compañero, el local Agustín Elvira, quien cerró un negocio brillante y se mantiene cómodo al frente del certamen.
La esperada lucha entre Kovacevich y Elvira quedó para una próxima prueba, porque la diferencia que edificó el chubutense en la primera etapa lo puso a resguardo de cualquier sorpresa y terminó ratificando su chapa de candidato.
Alicia Reina, también del equipo Debasa, terminó cuarta en una prueba donde padeció con problemas en la hoja de ruta, porque era la primera vez que transitaba en los caminos lacustres, y sumó buenos puntos para el certamen, donde está 2ª.
Kovacevich, a pesar de manejar un Palio, fue el mejor de la tracción simple en la general, algo que ya había sucedido en la primera etapa de la prueba lacustre.
El N-3 sufrió una gran debacle y ni siquiera el ganador Pablo Morán, quien participa como invitado y no suma para el certamen, pudo con los autos de Kovacevich y Elvira.
Quedó tercero en la general y sumó los puntos del segundo para el certamen el barilochense Leopoldo Kahale, mientras que se reenganchó Darío Hernández (Catriel) con la intención de sumar algún punto.
Giuliano se sacó las ganas
El catrielense venía en la refriega por la punta cuando se le rompió una goma en la zona de las Viscacheras y tuvo que masticar bronca por el abandono.
Sin embargo, ayer se reenganchó y anduvo muy fuerte por el “Corredor de los Lagos”.
Se sacó las ganas de acelerar y de paso sumó buenos puntos para el certamen, que ya empieza a definir los grupos de candidatos en todas las categorías.
Madero, un maestro en sus pagos Fue segundo en la general, gracias a una notable actuación en el segundo día.
BARILOCHE (Enviado especial) - En otra dimensión el campeonísimo Federico Villagra, el local Nicolás Madero hizo el gasto de la prueba y dio espectáculo en la vuelta del rally argentino a los caminos de Bariloche, consiguiendo un segundo puesto que tuvo sabor a victoria por su notable derroche de talento buscando recuperar el tiempo perdido en el mismo comienzo.
Madero ganó los seis tramos que tuvo el día 2 de la prueba del “Corredor de los Lagos”, andando siempre a fondo y recuperando posiciones de una forma poco habitual en una categoría tan pareja y competitiva como es el Grupo N-4.
Madero estuvo de movida adelante, pero la rotura de un palier en la primera pasada del sábado último en el Cerro Catedral lo mandó al duodécimo lugar en la general. Desde el tercer tramo, empezó a edificar una recuperación memorable, solo comparable con la notable demostración del imbatible “Coyote” Villagra.
Madero empezó el Día 2 en la quinta posición, muy cerca de Claudio Menzi, pero lejos de Villagra, Marcos Ligato y Luciano Bernardi, como para soñar con un podio.
Igual, el barilochense no se achicó y encaró el desafío. Fue por “el champán o suero”, como aseguró antes de largar, y empezó a descontar la brecha con los de adelante a fuerza de ganar especiales y de andar siempre a fondo.
Primero le dio caza a Menzi. Después fue por su compañero Ligato, quien venía complicado, y en el último especial le descontó los tres segundos que le llevaba Bernardi para quedar como escolta de Villagra en una de las mejores actuaciones de Madero en el rally argentino.
“Llegó justo este resultado, lo necesitaba. No anduvo bien en la primera, me equivoqué en el Mundial. Por eso, esta prueba en Bariloche era diferente y, por suerte, le pude dar una alegría a mi gente, a los auspiciantes y al equipo”, declaró Madero en medio de los abrazos y la celebración por su notable actuación, que no hace más que ratificar que tiene, en la medida que “no se le salte la cadena”, un enorme potencial para pelear con los mejores.