El director técnico de Tigre, Diego Cagna, sostuvo anoche que su equipo hubiera revertido la derrota con San Lorenzo en caso de no sufrir la expulsión de Martín Galmarini en el primer tiempo. "En la primera parte fuimos muy superiores y no dudo de que once contra once lo dábamos vuelta", especuló.
Cagna sostuvo que la goleada en contra fue "un partido raro" en el que sus dirigidos pagaron caros "errores de principiantes". "En apenas 10 minutos ya estábamos dos goles abajo. El primero fue producto de un remate defectuoso que se clavó en un ángulo y el segundo por un grosero error de nuestra defensa", detalló.
Por su parte, el goleador de la tarde, Juan Carlos Menseguez, confesó que "nunca me hubiera imaginado hacer tres goles en un mismo partido. El hecho de no convertir me lo estaba reprochando porque la gente me pedía goles y no los podía conseguir", explicó el cordobés, que marcó sus primeros tantos en el fútbol argentino.