Sebastián Beltrán dejó a salvo el honor de la "legión cordobesa" con su sorprendente segundo puesto en el PWRC o Grupo N-4, que tuvo como brillante ganador al austríaco Andreas Aigner y donde muchos abandonaron por la tremenda exigencia que le agregó la lluvia a los caminos.
Lo de "Batata" fue muy sólido de principio a fin. Cuando estaban todos, se mezcló con los mejores y le peleó a Marcos Ligato el segundo lugar en la primera etapa. En cambio, desde la segunda la lucha por ser escolta de Aigner se convirtió en una auténtica batalla. Cuando claudicó Ligato, fue el turno de Beltrán para tomar la bandera argentina.
No la tuvo sencilla porque el qatarí Nasser Al-Attiyah se inspiró y lo desplazó del segundo cuando terminaba la etapa. Era 15s 6/10 la diferencia entre el ex campeón mundial de Producción y Beltrán con la última exigencia por delante.
La tercera, en la zona de Traslasierra, donde escribió sus páginas mas gloriosas el siempre recordado Jorge Recalde, la marca de Fernet 1882 puso esa cantidad de gigantografías en las serranías, fueron el escenario donde Beltrán salió a recuperar el segundo puesto. Ganó el tramo del Giulio y le metió nueve segundos Al-Attiyah. La última oportunidad era en El Cóndor-Copina.
Y Beltrán cumplió su objetivo cuando promediaba el especial y vio a un costado del camino al qatarí. Después el "Batata" se fue tranquilo a recibir una ovación en el estadio Córdoba y de vuelta a Villa Carlos Paz para recibir un merecido premio. Se graduó definitivamente como piloto, porque pudo demostrar lo que vale cuando se sentó en uno de los Mitsubishi que arman los hermanos Villagra y le permitió conseguir uno de los mejores resultados de su campaña. (RB)