Por primera vez, Sebastián Abreu no fue titular en el equipo de Diego Simeone. El DT, quien había incluido desde el inicio al uruguayo en los nueves partidos oficiales del 2008 sorprendió con su decisión.
Cuando el plantel de River llegó al "José Amalfitani", la cara del "Loco" lo decía todo y cuando se pegó la planilla con la formación, con el delantero en el banco de suplentes, se entendió el malestar del delantero uruguayo.
La apuesta le salió muy bien al "Cholo". La duda previa era Sánchez o Rosales, pero el el técnico mandó a la cancha a los dos, guardó a Abreu y el chileno fue la figura de la cancha.
El ex Newell's no brilló, pero acompañó en el mejor momento del equipo.