NEUQUÉN (AN).- En la "Caldera" se vivió una fiesta. Independiente volvió a demostrar que aparece en su mejor forma cuando más calificado es el rival y que tiene con qué apoyar su pretensión de quedarse en la división superior de la Liga Nacional.
Por eso anoche venció a Boca, por 105 a 94 (54-51), por la fecha 26 de la competencia.
Con mucha gente en las tribunas y una actitud tremenda dentro de la cancha, el "Rojo" neuquino completó un fin de semana perfecto, algo que no se dio con continuidad en esta segunda fase del certamen.
La clave estuvo en el gran trabajo defensivo que hizo todo el equipo y en la buena noche que tuvieron algunas de las individualidades.
Byron Johnson, Esteban López y Terrell Taylor, fueron los destacados a lo largo del juego, porque desde los primeros pasajes fueron los encargados de poner presencia en las cifras.
Nicolás Romano también sumó entre los titulares y después llegó el aporte de los que saltaron desde el banco.
Leonardo La Bella y Martín Melo entraron enfocados y, en la rotación, fueron valiosos y crearon alternativas.
El primer cuarto fue todo equilibrio y por eso terminó igualado en 23. Los restantes, fueron de Independiente, que paulatinamente fue alejándose en las cifras.
El "xeneize" es un equipo con hombres de gran categoría, pero que anoche fueron bien controlados.
Leonardo Gutiérrez y Luis Cequeira, fueron los responsables de que la visita estuvieron en partido en los dos primeros cuartos. Ambos terminaron la faena con 23, y Gabriel Fernández, que sumó 21; fueron la presencia más intimidante.
Independiente volcó a su favor el desarrollo en el tercer cuarto, porque colectivamente rindió casi sin fallas.
Ese 83-71 fue el máximo de luz que logró en el encuentro, con el apoyo de un público ruidoso. En los diez finales ese peso fue fundamental, porque la visita se puso a cinco con dos triples de Gutiérrez. Al final, controló el "Rojo".