El gesto adusto, casi pétreo del final no demostró lo que Mikhail Youzhny acababa de conseguir. El ruso se río de los favoritismo, los rankings y, por supuesto, de los analistas. En un partido que seguramente guardará por largo tiempo en la memoria, aplastó a Rafael Nadal y se llevó a su tierra natal el trofeo de Chennai.
Todo fue sorprendente. En menos de 24 horas, el combativo mallorquín pareció un pequeño indefenso, superado por la situación. Youzhny lo vapuleó por 6-0 y 6-1 y el resultado es el fiel reflejo de lo que sucedió en la final de del Abierto indio,y que parecía en manos de Nadal antes de iniciar el peloteo.
El número 2 del planeta se vio extenuado e incluso tuvo que ser atendido por un médico en el segundo set, aquejado por una dolencia muscular en el glúteo derecho. ¿Por qué se dio tan sorpresivo resultado? Por un lado, el ruso (19º) jugó uno de los partidos más inteligentes de su carrera, y por el otro Nadal acusó el maratónico juego de semifinales que terminó ganándole a su coterráneo Carlos Moyà. Esas cuatro horas de partido fueron demasiado para el mallorquín.
"Misha (Youzhny) jugó muy bien y tengo que felicitarle. No quiero poner excusas. Jugué casi cuatro horas la pasada noche y quizás fue demasiado volver a jugar menos de 24 horas después. No me recuperé. La pasada noche fue muy emotiva con Carlos (Moyà), que es uno de mis mejores amigos", dijo Nadal tras el partido.
Youzhny, de 25 años, lo pasó por arriba. En apenas 24 minutos cerró el primer set con un severo castigo: 6-0.
El español comenzó con más energías el segundo y ganó su primer servicio. Pero el triple vencedor de Roland Garros no pudo frenar sus numerosos errores no forzados ante el inteligente juego del ruso, que supo moverlo e imponer su derecha. El ruso quebró en el cuarto juego del segundo set.
Con 4-1 en contra, Nadal pidió atención médica. Su temperamento le dictó que no debía retirarse aunque el partido ya no tenía retorno. Youzhny quebró de nuevo para 5-1 y el último juego del encuentro fue un resumen: Youzhny dejó en cero a Rafa con su saque y el último punto fue una derecha a la que Nadal ni siquiera trató de llegar.
Más tarde el ganador reconoció que su rival estaba exhausto. "Hoy no jugué contra Rafael Nadal. Estaba muerto y no se podía mover. Tengo que agradecer a Moyà que lo tuviera en la cancha casi cuatro horas. No puedo decir mucho más del partido. Mala suerte para Rafa", señaló el ruso.
Nadal fracasó así en su intento de lograr el primer título del año en el primer torneo que disputa y en el que fue semifinalista en 2007. No competirá en Sydney y su próxima aparición sí será en Australia, pero en el primer Grand Slam del 2008.