El conjunto neuquino metió una fase regular con 17 victorias y 5 derrotas. Ganó 55 sets y resignó 31. Barrió a Formosa en cuartos (3-0), fue muy superior a Boca en las semis (3-1) y el sueño se terminó cuando apareció la máquina "celeste", que liquidó la final 4-0.

Es cierto que Bolívar era un candidato de fierro, pero los Gigantes tuvieron un rendimiento tan alto, que más de uno se animó a pronosticar una definición más pareja.

Si algo hay que destacarle al conjunto sureño es que siempre dejó la vida en la cancha y si no pudo robar un juego en la final fue simplemente porque su rival presentó un equipo de otro nivel. De hecho, el team de Weber anduvo de gira por Europa, enfrentó sextetos de ligas más poderosas y les ganó con autoridad.

Luego de la gran Liga, llegó otro momento especial en la vida de Gigantes: la cuota internacional en la Copa Mercosur. Todos imaginaban una final entre Bolívar y un equipo brasileño. Pero no, el "Dino" metió la cola y otra vez llegó hasta el último partido.

Una memorable remontada ante Caixas do Sul resultó clave. Ese duelo de fase regular terminó 3-2 (Gigantes lo perdía 2-0) y dejó en claro que el equipo neuquino tenía chapa para jugar un torneo continental. Por si quedaba alguna duda, en la semifinal fue victoria ¡3-0! ante Sada Betim. De la mano de Martín Hernández, un jugador de selección, otra final....y derrota con el "Maldito Bolívar".

De nuevo en la Liga, la historia en la 2007/2008 no pinta fácil. Gigantes se mantiene en el lote de arriba, pero aparecieron equipos con más presupuesto y planteles más largos. Chubut y La Unión de Formosa, además de los "Tinelli Boys", serán los rivales a vencer si el objetivo es repetir la final de la temporada pasada.

Por ahora, Bolívar manda con 31 puntos y los neuquinos, junto con los otros dos "top", suman 24. Más abajo y con planteles para tener en cuenta, vienen Belgrano y Boca, que están en condiciones de dar el gran salto, si encuentran regularidad.

Otro punto a tener en cuenta es que Neuquén es el único de todos esos equipos que juega sin refuerzos extranjeros. Grossi explicó que "son muy caros y pocos te garantizan un salto de ca

lidad. Sería bárbaro tener uno que marque la diferencia. Igual, el jugador argentino tiene algo que los extranjeros no poseen: no debe hacer un período de adaptación y desde el primer día seguramente rendirá al máximo de sus posibilidades".

Aunque estuvo Luis Da Silva, el aporte foráneo fue escaso. El brasileño fue suplente y hasta se perdió varios partidos por lesiones.

Para esta edición, la apuesta se llamó Rodrigo Villalba, un jugador pretendido por varios equipos, que eligió Neuquén. Él, junto a Camilo Soto, Leo Patti, Hernández, Matías Macor, Javier Sánchez, Gonzalo Campaña y Cía. buscarán otro capítulo de gloria. En el paso a paso Gigantes sólo falta un título, pero Bolívar está dispuesto a seguir con sus "maldades".

Sacarle el invicto es una tentación y hay motivos de sobra para soñar con un impacto de esa naturaleza.