Y así fue, el "Boti" cumplió con el objetivo, pero también con el sueño de su vida. Por eso fue uno de los más emocionados el 12 de mayo, cuando se consumó el ascenso . "Independiente es una institución muy grande que merece estar en el básquet de primera y hoy lo estamos logrando. Esto es lo más lindo que me tocó vivir como entrenador", dijo al borde de las lágrimas.

Una historia similar vivió Leandro Lauro, que se sumó por el lesionado Walter Cordero para las semifinales y la final. "Cuando me ofrecieron volver lo dudé porque no estaba bien físicamente, pero por suerte todo me salió bien. Ascender es increíble y ya lo había vivido en Gimnasia, pero hacerlo en casa, con mi gente, tiene un sabor especial", dijo el base.

Hoy, ambos, forman parte del proyecto en la primera división, pero con el ascenso cumplieron un sueño.