Si hay algo que Alberto Saldico deseó fervientemente siempre, fue dirigir a Deportivo Roca. Aquel espigado jugador, que llegó desde Bahía Blanca para ser parte de la época de gloria del 'Depo' en la década del '70, se dejó adoptar por la ciudad, y a fuerza de temperamento y trabajo, grabó para siempre su nombre en la piel 'Naranja'.Este 2007 cerró de la manera muy similar a lo que el 'Beto' imaginó cuando trazó sus objetivos, allá por mitad de año. Claro que antes de este presente hubo muchas idas y vueltas, que no terminaban de coincidir para que los caminos del entrenador y el 'Depo' volvieran a juntarse nuevamente.
Una vez que el 'Naranja' conservó la categoría (ver aparte), que estuvo en serio riesgo por cierto, otros aires comenzaron a soplar en el fútbol de la institución. Una nueva subcomisión de fútbol encabezó el proyecto, que entre los puntales básicos asomaba la figura del 'Beto'. "Yo voy a proponer a Saldico. Es el entrenador ideal para este tipo de campeonatos...Su estilo encaja perfecto", describió el ex presidente de la institución y actual vice Pablo Verani, en una entrevista que le concedió a "Río Negro". Corrían los últimos días de abril.
En tanto, el entrenador finalizaba su vínculo con Unión Alem Progresista, al que había llegado en enero, sólo unos días antes de que su nombre comenzara a sonar con fuerza por primera vez en el año.
En el gélido mes de junio, la noticia más caliente y esperada por los hinchas, salió a la luz: Saldico era nuevamente entrenador de Deportivo Roca. Fue unos días antes de que el DT se despidiera del banco de los 'magos' por la última fecha del Oficial de la Liga Confluencia ante Fernández Oro. Y el renacer 'naranja' comenzó...
El rodaje de la nueva era arrancó en las arenas del El Cóndor, con una exigente pretemporada que duró diez días. "Es indispensable para aguantar un torneo tan duro y exigente como es el Argentino B", declaró por aquellos días el 'Beto'. La anticipada llegada del entrenador también ayudó para confeccionar la lista de refuerzos que se sumarían para la temporada. Para custodiar el arco arribó el experimentado César Velázquez, quien para la primera parte del año mantuvo su valla entre las tres menos vencidas del país en la categoría (10 goles).
La dirigencia aseguró la continuidad de Carlos Arancibia, capitán y baluarte indiscutido de la última línea, y uno de los sobrevivientes foráneos del primer semestre del año. Para el medio
campo llegaron Gustavo Guevara, Franco Bellegia y Ariel Santos. Este último conformó ampliamente a Saldico, pero una rebelde lesión en el aductor lo dejará fuera de la segunda mitad del torneo.
Para la delantera, el arribo del cordobés Pablo Bocco le dio capacidad goleadora al equipo, quien junto a los hermanos Diego y David Napolitano, y el cipoleño Henry Sáez conforman un cuarteto con variantes para el DT, que buscará para el 2008 ratificar el poderío 'Naranja' y regalarle a su club de toda la vida el anhelo más deseado por estos días: el ascenso.