La cosa comenzó realmente mal. El reloj marcaba menos de un minuto de partido cuando Gabriel

Ramos clavó un soberbio zapatazo que dejó sin chances a Nelson Churrarín. Un baldazo de agua fría para un equipo que anda de tumbo en tumbo.

Maronese no se pudo recuperar y siempre se vio superado por el equipo local, manejado futbolísticamente por Ángel Martínez.

Bella vista se fue al descanso con el convencimiento de que nunca sufrió sobresaltos. Y la vuelta de los vestuarios mostró más de lo mismo. Para colmo, en el equipo bahiense ingresó Fernando Priore, una pesadilla para el fondo del 'Dino'. A los 32, el delantero fue el 'alma máter' de una serie de combinaciones que terminaron en la red tras una buena definición de Martínez.

Y cuatro minutos más tarde (ya había sido expulsado Hugo Silva hijo) otra vez Priore apareció en escena y el encargado de poner el 3-0 definitivo fue Fernando Lucas.