Villa Iris no dejó lugar para las ilusiones de nadie y con autoridad, despachó a Bicicross Senillosa por goleada, y una fecha antes del final del torneo Clausura de la Liga de Fútbol de Neuquén, gritó campeón. Fue un contundente 4-1, con un rendimiento sólido, con momentos del buen juego que es capaz de entregar el "Villero" capitalino.
Después hubo largo festejo para los jugadores, cuerpo técnico y simpatizantes de una de las instituciones más jóvenes que tiene el fútbol neuquino, que hizo su aparición en el 2001 y que, con la de ayer, ya dio dos vueltas olímpicas. La otra fue en el Apertura del 2003.
Quizás los hombres de Roger Morales sintieron la presión de tener todo a favor para coronarse como los mejores en los primeros pasajes, pero una vez que Maximiliano Maripil abrió la cuenta, con tan solo ocho minutos en el reloj, la cosa se simplificó.
Después vino el segundo de Nahuel González, para que la dupla de goleadores que ha tenido a lo largo del campeonato, le aportaran la tranquilidad necesaria.
Los de Senillosa no quisieron ser simples invitados al banquete y por eso, para darle cierto dramatismo a la definición, antes del descanso descontaron de penal y le pusieron un signo de interrogación para el complemento.
La historia estaba escrita y en el segundo se consolidó la ventaja para el "Torito de Moreno", que concretó dos goles, pero pudieron ser más.
Una gran campaña de Villa Iris (ver aparte), que siempre se ubicó entre los animadores del certamen y tuvo la categoría como para sacar a flote los partidos con los rivales más duros. Derrotó a Alianza, Petrolero y el campeón Sapere; empató con Independiente y San Lorenzo, y sólo cayó frente a Centenario; entre otros resultados relevantes.
Justificada coronación de un elenco con riqueza individual y buen trabajo colectivo. (AN)