Tigre luchó hasta el final pero cayó ante Argentino (1-0), resultado que frustró su sueño de ser campeón del torneo Apertura, aunque su campaña fue extraordinaria.
El gol de penal de Pablo Barzola a los 11 del complemento sepultó las chances de un Tigre que debía ganar y esperar que Lanús pierda su partido ante Boca (lo cual finalmente no sucedió) para llegar a un partido desempate ante los de Ramón Cabrero, noveles campeones del fútbol argentino.
El elenco de Diego Cagna no jugó un buen encuentro, estuvo nervioso y una clara muestra de ello fue que terminó con nueve jugadores por las expulsiones de Juan Carlos Blengio y Santiago Morero, ambas en la etapa final.
Argentinos tomó la incitativa y salió con mucha dinámica a tratar de desnivelar el marcador en los primero minutos del juego. Hasta los diez fue un monólogo del local. El conjunto de Diego Cagna pudo salir del asedio local gracias a las proyecciones por derecha de Martín Galmarini.
En la segunda parte Argentinos salió mejor que su rival, tuvo mayor decisión para buscar el gol y no extrañó que a los once minutos abriera el marcador a través de un penal ejecutado por Barzola.
Herido en su amor propio, Tigre fue a buscar el empate pero se encontró con una ordenada defensa local y un seguro Nicolás Navarro. Argentinos aprovechó la ocasión para hacer circular la pelota y ponerle el rótulo de justo al resultado.
En todos los que formaron parte de la historia de Tigre en este semestre, más allá de la tristeza por no conseguir el torneo, quedará grabada en todos la histórica campaña que cosechó en el Apertura siendo subcampeón, en su primera temporada en Primera tras 28 años de ausencia.
