NEUQUÉN (AN).- No fue una despedida alegre para Rafael Sánchez Laudari. Maronese no cumplió una buena actuación en su cancha del oeste neuquino y perdió justificadamente con Liniers, por 3 a 1, por la undécima fecha de la zona F del Argentino B.
De esta forma, el DT se fue con una mueca de tristeza ya que el 'Dino' sigue en lo más bajo de la tabla. Mientras tanto, para los bahienses fue un gran triunfo, que les permite afianzarse como únicos escoltas de Deportivo Roca.
Empezó mejor el local, que a los siete minutos casi abre la cuenta con un zapatazo de Juan Martínez. Fue una señal alentadora, que se quedó solamente en eso, ya que no se tradujo en el resto del parcial.
Las desatenciones le costaron caro al local, que comenzó a sufrir porque el sector medio no rindió y la última línea pasó varios sofocones. Los espacios que dejó Facundo Pérez con sus continuas escaladas por la derecha generaron caminos para que se moviera con libertad Nicolás López.
Entre el dominio intrascendente de Maronese, se hizo presente la efectividad de los bahienses, que tenían menos la pelota, pero la manejaban mejor. Tuvo un par de chances claras y cuando corrían 36 minutos, Franco Pulgar fue el encargado de abrir la cuenta.
El elenco del oeste neuquino intentó sin mayores convicciones llegar al empate, pero el período se cerró con la mínima diferencia en favor del "Chivo".
Sánchez Laudari metió un par de modificaciones, siempre con la idea de mejorar la producción en la zona de volantes y cuando el "Maro" había levantado su nivel, llegó el segundo del visitante.
A los 12, López, de buen trabajo en el primer tiempo, aprovechó un rebote en el travesaño para vencer a Churrarín. Era sin dudas inmerecido por lo visto en esos pasajes del complemento, pero quizás justificado por lo entregado en la etapa inicial.
Maronese fue y fue, sin muchas ideas pero con gran entrega. Un zurdazo de Rickemberg, desde el punto del penal, le permitió al once neuquino vencer al eficiente Echevarría.
El reloj marcaba los 23 minutos y era la esperanza para el local, pese a que su producción general no fue buena. Por algunos minutos se hizo un encuentro de ida y vuelta, y los dos equipos tuvieron sus chances para marcar.
Superada la media hora, Liniers se retrasó y le entregó la iniciativa a Maronese, que creó unas pocas posibilidades concretas. En el descuento, Liniers puso el 3-1, a esa altura un marcador que no admitía discusión.
