Boca estuvo expuesto a la catástrofe en una primera etapa de muy pobre nivel y aunque en el segundo tiempo sacó a relucir verguenza a falta de fútbol, no le alcanzo, perdió 2-1 frente Arsenal y resignó casi todas sus posibilidades de ganar el torneo Apertura.
Así, el equipo de Sarandí demostró que se agranda contra los top. A diez días de eliminar a River de la Sudamericana, se dio otro lujo y dejó al "Xeneize" en una situación muy complicada.
El "Arse" sacó en el primer tiempo dos goles de ventaja que pudieron ser más, habida cuenta de la amplia superioridad que existió en todas las facetas del juego. Controló la pelota, encontró espacios, ganó los balones divididos y contó con las mejores individualidades.
El gol que caía de maduro llegó a los 21, cuando San Martín, sin marca, cabeceó un centro de Calderón y venció a Caranta.
En esa etapa, Cuenca sólo tuvo que esforzarse una vez para desviar un remate de Palacio, que apareció por izquierda para buscar un pelotazo del casi ausente Gracián.
A un minuto del final aumentó el equipo de Sarandí, en una jugada muy bien armada, en la que Calderón cambió de derecha a izquierda para Díaz, el marcador colocó centro y Gómez anticipó a todos agachándose para meter el cabezazo y establecer el 2-0 parcial.
Boca empezó el complemento con la poco usual determinación de su DT de introducir tres cambios juntos, algo que se justifica por la tan floja performance de varios jugadores.
Con un buen trabajo de Vargas en la mitad, el despliegue de Bertolo y las ansias de Bueno para pelearlas todas, el equipo se adelantó, favorecido por un notorio dejarse estar de Arsenal, que en los 45 minutos finales jamás arrimó peligro al arco rival.
Lo de Boca fue caótico, avanzó a los empujones, llenó el área de centro, pero de todos modos forzó, y esa es la expresión exacta, unas cuantas oportunidades.
De tanto ir, Boca llegó al descuento sobre la media hora, en una acción que fabricó Bertolo y concluyó Bueno con remate alto a la izquierda de Cuenca.
Lo que quedaba de partido fue siempre del mismo tenor, con Boca metido en el campo rival y Arsenal al aguante.
El empate pudo llegar a los 41, con un disparo de Morel, que se cerró y el arquero local envió al córner, y a los 44, cuando Bueno y Palacio se molestaron luego de un córner de Bertolo que peinó Paletta.
Boca se metió en el partido demasiado tarde y por eso terminó derrotado sin atenuantes, ante un Arsenal que cuando se dedicó a jugar demostró una superioridad muy clara.