Hace dos años, David Nalbandian sorprendió a Roger Federer en la final del Masters de Shanghai. Y ayer, el enorme suizo se cruzaba con otro David, de apellido Ferrer y que llegaba muy entonado a la gran final.
¿Hubo sorpresa? De ninguna manera, el mejor del planeta le dio una soberana paliza al español y en poco más de una hora ganó por 6-2, 6-3 y 6-2. Así, logró su cuarto torneo de Maestros.
"Fue una gran temporada para mí", dijo Roger, quien se adjudicó su octavo título del año, entre ellos tres del Grand Slam, y acumuló más de ocho millones de dólares en premios en 2007. "Quizás no gané 10 torneos, pero eso no es necesario para seguir siendo número uno", agregó.
"Si sigo manteniendo este nivel de juego, estoy en una buena posición para el año que viene también", finalizó.
Ni siquiera la excelente devolución del español pudo nada ante la exhibición de juego del suizo, que nunca perdió su servicio y dio escasas opciones de break a su rival. "Si Roger está al máximo será muy difícil (para Ferrer)", advirtió Rafael Nadal, después de caer en semifinales por un contundente 6-4 y 6-1 ante el número uno.
Y así fue. Ferrer, que este año fue también semifinalista del US Open y se meterá entre los cinco primeros del ranking por primera vez en su vida, nunca encontró el ritmo. "Roger es el número uno. Para mí, el mejor de toda la historia", admitió Ferrer, que sólo ha ganado uno de los 18 sets que ha jugado contra Federer en su carrera.
"Intenté hacerlo lo mejor que pude. Quizás estuve algo nervioso, pero él lo hizo todo bien: el servicio, la volea, las bolas cortadas...", se resignó.
El "maestro" suizo, en tanto, igualó al rumano Ilie Nastase con cuatro títulos del Masters. A sus 26 años, sólo tiene por delante a Pete Sampras e Ivan Lendl, quienes suman cinco. Y los dos, obvio, se la ven venir...