Si bien la tracción simple está cada vez más devaluada, el rendimiento del Renault Clío que le permitió consagrarse campeón cuatro fechas antes del final a Maximiliano Debasa y ganar dos pruebas a su hermano Mauro, dueño del título como navegantes, es algo para destacar en el Grupo N-3.
El Clío realmente tuvo un desempeño notable en el certamen, con ocho victorias en nueve pruebas.
"Maxi" abrochó seis triunfos al hilo con el mismo auto que el año anterior, armado por Oscar Millán, le permitió lograr el título argentino al neuquino Pablo Cacopardo.
Ahora, con los Debasa al volante fue poco menos que imbatible.
Lo dejó "Maxi" y lo agarró Mauro. No se notó el cambio. Pasó de la butaca derecha a la izquierda y asombró. Ganó dos de las tres pruebas, con una gran diferencia.