Cipolletti hizo negocio en Bahía Blanca. Empató 1-1 en el clásico frente a Villa Mitre y sostuvo la punta del grupo.
El partido arrancó como se preveía. Ninguno de los dos regalando espacios y con demasiado respeto para no otorgar ventajas.
Con el correr de los minutos, se fueron soltando pero el primer tiempo no terminaba de mostrar situaciones de peligro.
Apenas algunas "aproximaciones" de Prieto y Carou por el lado al albinegro y la búsqueda sin éxito del "Toro" Agudiak en el local.
Parecía que la paridad sólo se iba a romper con una pelota parada y fue así.
Mariano Figueroa escaló por derecha, mandó el centro y cuando la pelota estaba por llegar para el derechazo de Oscar Padua, un defensor mandó justo al tiro de esquina.
De allí vino la apertura del marcador con una máxima del fútbol: doble cabezazo en el área es gol. Peinó Marcos Carrasco y Cristian Martínez estampó el 1-0.
En el inicio del complemento, "Carucha" estuvo muy cerca con otro cabezazo que se fue apenas desviado.
Villa Mitre respondió, pero el oportuno quite de Roberto Muñoz le ahogó el gol a Agudiak.
De a poco Villa Mitre, alimentado por el gran apoyo de su público, fue arrinconando al Albinegro, hasta que le provocó el error.
Sobre los 12 minutos y en un centro que no llevaba demasiado peligro, el local encontró el empate. Una desinteligencia defensiva derivó en una peinada hacia atrás de de Muñoz que dejó sólo a Alberto "Kempes" Barrionuevo para decretar el 1-1.
Villa Mitre se fue con todo en busca de la victoria y apabulló a los de Perilli, que luego de varios minutos de desconcierto, comenzaron a emparejar el trámite.
En el final Raúl Ruiz le tapó la victoria a José Ancatén y el albinegro se fue con una sonrisa porque el empate le permite seguir como único líder.