Con una gran producción colectiva, apoyada en muy buenos trabajos individuales, Boca concretó un notable 4-0 sobre Vélez y continúa a tres puntos de Lanús en la definición del Apertura. ¿Gastó goles? Puede ser, ¿cambiaría algunos por un punto? Seguro...
La realidad es que el "Xeneize" necesitaba ganar y le sobró paño, ante un rival que llegaba con la "especial" presencia de Ricardo La Volpe.
Al margen de la vigencia goleadora de Palermo -hizo dos-, no pueden dejar de mencionarse los nombres de Battaglia, Ibarra, Maidana, Banega y González como expresiones destacadas dentro de una formación que no presentó fisuras.
Boca jugó un gran primer tiempo. Después de un inicio con zozobras, en el que Vélez dispuso dos chances claras, el local ejerció una supremacía absoluta. Y la apertura llegó con una combinación de la "vieja guardia". Centro de Ibarra, frentazo del "Loco" y 1-0.
El eterno goleador iba a tener otras dos: a los 40 cabeceó apenas desviado y a los 42 amplió la diferencia con otro "testazo" después de otro perfecto envío de Ibarra desde la derecha. Dos goles era lo mínimo que le correspondía a Boca antes de ir al descanso.
En el complemento, el campeón de América bajó el ritmo, Banega perdió protagonismo y el juego se hizo menos lucido, aunque se sostuvo a través de Battaglia y González.
Vélez tuvo mayor contacto con la pelota, se adelantó y dispuso de alguna ocasión, como una jugada mal rematada por Ríos desde la medialuna o un cabezazo de Uglessich que se fue apenas desviado.
Por si había alguna duda, el partido se definió a los 27 cuando Palermo trabó y ganó por izquierda, Cardozo tocó para la llegada libre de González y el uruguayo, frente a Montoya, le cedió el gol a Palacio.
Al toque, Morel robó la pelota y González, como venía y de zurda,
venció por cuarta vez el arco rival. El resultado refleja lo que uno y otro expusieron y le abre perspectivas a Boca, en la recta final del Apertura.