Apenas iban 15 minutos cuando, a pedido del encargado del operativo, el árbitro Daniel Gómez decidió parar el partido. ¿Qué sucedía? De acuerdo a lo que trascendió, dos grupos de hinchas de Independiente se habrían peleado por entradas.
Según lo que se pudo saber, en la barra del "rojo" habría divisiones y eso terminó con un choque en el que debió intervenir la policía. El problema comenzó porque uno de los grupos no podía ingresar. Finalmente, fueron demorados un par de barras, entre los que se encontró el "Chasca", sindicado como "uno de los cabecillas".