NEUQUÉN (AN).- Venía de tiempos convulsionados, lejos de las alegrías y con muchos problemas. Pero ayer Independiente volvió al triunfo, y nada menos que en el clásico capitalino frente a Maronese. El 3-0 terminó siendo demasiado, aunque sirve para descontarle puntos al líder Deportivo Roca.
Con el timón en manos de la dupla de Diego Landeiro-Oscar Dehais, Independiente no fue brillante, pero sí contundente. Ganó después de dos caídas al hilo (Bella Vista y Liniers) y se retiró de la cancha de Centenario con la valla invicta, algo que no había conseguido en todo el torneo.
La primera etapa se repartieron tanto la posesión del balón como las imprecisiones. Es más, Maronese fue superior en los 20 iniciales. En ese arranque contó con tres chance claras (dos de Daniel Jofré y una de Seba Romano) que terminaron en nada.
Pero el "Dino" pagó caro su falta de efectividad. Primero a los 26, cuando Nelson Churrarín sacó mal del arco y en tres cuartos de cancha tomó el balón Nicolás Finessi, quien aprovechó el desconcierto de la defensa, que iba saliendo, para encarar y definir con un derechazo cruzado. Después a los 46, minuto en el que Finessi puso el 2-0 tras otra falla de la visita (esta vez de Lucas Torres).
La segunda parte casi estuvo de más, porque Maronese no supo descifrar la forma de llegar al descuento, y porque Independiente reguló y esperó que llegara el final. El tercer gol cayó a los 34, después de un centro de José Maldonado y un derechazo del "Cota" Álvarez. Así, el clásico capitalino otra vez fue "rojo".