Todo quedó en un golpe de efecto. Uno de los comisarios deportivos que juzgaron la última polémica adelantó que no habrá sanción para BMW y Williams, que fueron investigados en Interlagos por presuntas irregularidades con el combustible. La decisión era vital, ya que dejaba a Kimi Raikkonen como campeón o le daba el título a Lewis Hamilton.
En un primer estudio, se comentó que estaría por debajo del límite de diez grados de la temperatura ambiente, lo que daba a indicar que el combustible se habría congelado para favorecer el rendimiento de los motores.
Sin embargo, los comisarios no encontraron relación entre una cosa y otra, lo que deja el título en manos de Raikkonen.
Si los pilotos hubieran sido sancionados, Hamilton habría recuperado tres puestos y se proclamaba campeón.