Cruz del Sur se volvió con las manos vacías de su largo viaje a Bahía Blanca. Ayer por la sexta jornada del Argentino B, el elenco barilochense perdió con Liniers por 2 a 1 y sufrió su segunda caída consecutiva.
En una mañana agradable y con muy poco público, Cruz comenzó decidido a llevarse por delante a su rival. A los 15 se puso en ventaja con una buena jugada colectiva. Humberto González se proyectó por la derecha, mandó un centro bajo y José Michelena definió ante la salida del arquero Echevarría.
Con el resultado a su favor, Cruz siguió imponiendo condiciones, con la pelota al piso y buen juego. Sin embargo, a los 30, los bahienses tuvieron la chance de un tiro libre indirecto adentro del área, en una decisión muy discutida del árbitro Sergio Mella. Nicolás Ballesteros aprovechó la oportunidad y puso el 1-1.
El empate fortaleció a los dueños de casa y el trámite del partido tuvo un rotundo cambio. Cerca del final de la etapa, Nicolás Ballesteros (la figura de la cancha) inventó una jugada individual en donde complementó fuerza y talento, y dejó a su compañero, Facundo Lagrimal, mano a mano con el arquero barilochense. El lateral definió con precisión para el 2-1 que sería definitivo.
En el segundo tiempo, el equipo de Navarrete salió a jugársela pero la expulsión de Joaquín Rodrigo a los 12 complicó todo el esquema ideado por el DT. Sabiendo de la necesidad de ir al frente, formó una línea de tres en el fondo y atacó también con tres. Esto hizo que Liniers tuviera muchos espacios y generara las situaciones más claras. Pero Esborraz volvió a ser clave para evitar la goleada. (AB)