El final no fue nada sencillo para los jugadores y tampoco para Gustavo Coronel, el blanco de los insultos.
Mientras el DT explicaba frente a los micrófonos las razones de la derrota, un grupo de simpatizantes arremetió verbalmente contra él. Esta vez, Coronel decidió no contestar y se refugió en el vestuario.
La mayoría de los jugadores neuquinos recibió la reprobación del público. Los únicos dos que se salvaron del incendio fueron Nicolás Peralta y Pablo Anticura.
Paradójicamente, tanto el arquero como el volante no estaban en el once titular, pero saltaron a la cancha por las lesiones de Ciattaglia y Diego Landeiro.