NEUQUÉN (AN).- La irregularidad es el karma de Independiente. La semana pasada había recuperado la confianza al vencer a Cruz del Sur en Bariloche, pero ayer volvió a jugar mal y perdió de local (en cancha de Centenario), 2-1, frente a Bella Vista.
El equipo de Gustavo Coronel fue otra vez una sombra futbolística. En el fondo mostró un mar de dudas y el circuito que debía generar juego siempre estuvo cortado. Enfrente se encontró con un conjunto bahiense que aprovechó todas las ventajas que le dio su rival, y que no perdonó. Es más, la ventaja pudo ser mayor.
Bella Vista hizo un partido inteligente, con un buen control de balón y fundamentalmente creando situaciones de riesgo a las espaldas de los stoppers "rojos". Así llegó la apertura del marcador, a los 30 del primer tiempo. Cayó una pelota detrás de Pablo Costi, la tomó Gabriel Ramos (la figura) que llegó al fondo y la puso en el punto de penal, para la entrada goleadora de Esteban Angellini.
Desde ahí y hasta el segundo tanto, a los 33 del complemento, los bahienses contaron con cinco situación claras de gol, contra un par de los neuquinos. El 2-0 fue obra de Lucas Machaín, que venció a Nicolás Peralta después de haber perdido varios duelos con el '1'.
Cuatro minutos más tarde, el local descontó luego de que se conectaran Ramiro Rubino y el "Cota" Mario Álvarez, para que definiera el ingresado Gabriel Cella Ruggeri.
Hubiese sido injusto, pero el "Rojo" casi lo empata en el último suspiro del juego, pero Pablo Costi le pegó mordida y la redonda, mansa, fue a dormir a las manos de Juan Pablo Elizondo.