Será una final fantástica, entre dos poderosos equipos que atesoran una corona y que desean igualar el record de dos títulos mundiales que ostenta Australia.
Los favoritos son estos Springboks que ayer despacharon a nuestros Pumas. Sudáfrica, ganador del Mundial del '95, es el único equipo que triunfó en los seis partidos que disputó e incluso vapuleó en la primera ronda a Inglaterra, su rival el próximo sábado.
El conjunto de Jake White posee todo tipo de variantes, desde un pateador superefectivo como Percy Montgomery, autor de 17 puntos ayer y máximo goleador de la Copa (con 93), hasta la velocidad de sus tres cuartos, con Bryan Habana a la cabeza (camino a convertirse en el mejor de la competencia), sin olvidar la potencia de su pack de choque.
Enfrente estará el último campeón, resucitado después de la humillante caída justamente frente a los Springboks (36-0). El equipo de la Rosa llegó a la final luego de despachar el dueño de casa (14-9), gracias a un drop y un penal del apertura Jonny Wilkinson en los últimos seis minutos.
Para el sábado, que se anuncia como una verdadera batalla de forwards y un duelo de pateadores entre Montgomery y Wilkinson, a Sudáfrica lo apoya la historia: enfrentó tres veces a Inglaterra en Mundiales y ganó dos, siempre en el Stade de France, cita de la final.