Con dos hombres menos y después de cinco años sin ganar en el Parque Independencia, Rosario Central logró su primer triunfo del campeonato al derrotar en el clásico de la ciudad a Newell's (1-0). La alegría "canaya" fue completa porque los tres puntos lo sacaron de la zona de Promoción, lugar donde aún se encuentra Newell's.
Desde el inicio mismo del encuentro, Central manejó la pelota, a partir del trabajo realizado por el Kily González, quien se vistió de estratega, y la jugó siempre con criterio al ras del piso. Además, el conjunto de Carlos Ischia contó con el tándem Papa-Núñez que, por izquierda, le creo problemas a la defensa local y fue la principal vía de llegada. Con el correr de los minutos Central fue perdiendo presencia, y Newell's gracias a los cambios tácticos -Matías Donnet pasó al sector derecho- se adelantó en el campo. Creció la lucha por la pelota en el medio campo y los pelotazos aparecieron en gran proporción. Central sufrió un duro revés sobre el final de la etapa, cuando Núñez se tiró con los dos pies en plancha sobre Bernardello y fue expulsado.
Newell's salió a jugar el segundo tiempo con la obligación de doblegar a un rival que tenía un hombre menos, pero al equipo dirigido por Pablo Marini le faltaron ideas y claridad, y por eso nunca pudo superar claramente a Central. Los remates de larga distancia fueron su única arma.
Entre la impotencia de Newell's y la tranquilidad de Central, el partido se volvió chato, mal jugado, con bastante fricción, y en ese panorama el conjunto de Carlos Ischia se encontró con el gol. Corrían 28 minutos, cuando Arzuaga fue derribado por Vangioni dentro del área. Penal y gol del delantero colombiano.
De ahí en más no hubo margen para nada. Central -que los últimos 5 minutos los jugó con 9 por la expulsión de Papa por arrojar un objeto hacia la tribuna de Newell's- se atrincheró, mientras que Newell's cayó víctima de su impotencia.
