Ante Argentinos, el festejo del gol no fue un grito a vena hinchada, ese que denota el desahogo cuando el arco se cierra.

Quizá sea porque Germán Denis ya ha comenzado a acostumbrarse al grito sagrado. Los goleadores se alimentan de él, y el Tanque, máximo artillero del Apertura, sabe bien lo que es la sequía. "El delantero siempre vive de las rachas. Son cosas que pasan. Me quedé para esta revancha. No esperaba que las cosas me salieran tan rápido".

Denis estuvo a punto de pasar al Olympiakos de Grecia a cambio de tres millones de euros, pero prefirió quedarse. El deseo de venganza pudo más, su perseverancia hoy le da la razón y el 'Rojo' goza.

En los cuatro triunfos en serie de Independiente, en todos el Tanque anotó su nombre en la placa final. Le hizo dos a Lanús en el debut (5-3), otros tantos a Tigre (3-0) en la segunda jornada, pero en las últimas

dos fechas, Denis fue decididamente vital para que el 'Rojo' sea el líder absoluto en el torneo. Marcó el tanto de la victoria ante Central (1-0) en el Cilindro y el sábado ante Argentinos, su sexto grito del certamen significaron otros tres puntos más para el 'Rojo'.

De a poco, el Tanque se va trasformado en el artillero ideal. Está presente no sólo en las goleadas, sino también en aquellos partidos cerrados y de difícil pronóstico, donde todo se define en una jugada, como ocurrió en los últimos dos fines de semana.

"En un momento pensé que en el gol, la pelota no entraba. Desde mi posición me dio la sensación que pegaba en el palo y se iba", declaró Denis tras el encuentro, y da la receta ganadora. "Para dar pelea tenemos que seguir así. La actitud que muestra este equipo es para respetar y al clásico con Boca llegamos bien", completó.