Errante y en las sombras, así River transita las primeras fechas del torneo Apertura. Ayer vivió su primera derrota, ante San Martín de San Juan (1-0) y luego de tres partidos aún no conoce el sabor dulce de un triunfo, apenas el sinsabor de dos empates y el amargo de la derrota.
La contracara fue San Martín, que jugó ante River por primera vez en su historia y lo derrotó con buenos argumentos. El equipo de Quiroz sorprendió de entrada, y no había pasado el primer minuto de juego que Juan Ojeda tuvo que esmerarse para sacar un cabezazo de Luis Tonelotto y tras el corner fue otro golpe de cabeza de Brusco el que pasó cerca del travesaño.
El partido fue entretenido. Los dos dejaron al otro tomar el medio campo cuando cada uno perdía su oportunidad de llegada. River tras el susto inicial fue tomando un leve dominio territorial. Dos veces llegó Belluschi, una quedó en manos de Monasterio y otra acarició un palo. Sobre el final, una jugada confusa con una mano de Radamel Falcao derivó en penal. Tonelotto disparó fuerte al medio y desvió Ojeda.
En el complemento, San Martín buscó ahogar a River en la salida y los visitantes carecieron de variantes para quebrar la línea del medio. Passarella buscó más actividad del medio hacia arriba con el ingreso de Augusto Fernández y de Alexis Sánchez. Fue efímero lo de Augusto en su gestión por derecha y River, con poco juego apuntó al pelotazo que moría en las manos de César Monasterio.
Anunció Herrera a los 27 minutos con un tiro bajo que dio en el palo y cuatro después Nico Sánchez cometió infracción al mismo delantero. El tiro frontal quedó en los pies de Brusco, que clavó la pelota en el ángulo izquierdo de Ojeda.
River potenció su desesperación y otra vez a los pelotazos frontales desde cualquier distancia. El ingreso de Roly Zárate, a 10 del final, no agregó nada. La historia ya era toda sanjuanina.