Gonzalo Seguel no puede disimular su felicidad. Volver a vestir la celeste y blanca en el Mundial era su gran anhelo y a escasas horas de treparse al avión que lo llevará a Cali, lo supera la ansiedad. "Estoy con muchas expectativas. Luego de varios años de frustraciones, vuelvo a la selección y afortunadamente lo hago en un gran momento, ya que llego con una excelente preparación", sostuvo el patinador neuquino.
"Estas últimas tres semanas de entrenamiento fueron muy importantes. La intensidad del trabajo y la motivación que me inculcó el cuerpo técnico me permitieron, no sólo elevar mi nivel sobre la pista mejoró tiempos sino también motivarme aún más para afrontar este nuevo desafío", aseveró.
Con 24 años, el neuquino participará en el quinto campeonato ecuménico de su carrera. Su experiencia mundialista arrancó como juniors en el '99, en Chile y siguió en Barrancabermeja, prosiguió en Ostende y estuvo en el equipo por última vez, en el 2003, en Barquisimeto. Los tres últimos años fueron frustraciones. Una lesión lo alejó de Italia 2004 y los desencuentros con la entrenadora Claudia Rodríguez frustraron sus chances en China y Corea.
Hoy la realidad es otra: "deseaba volver a la selección y gracias a Dios pude cumplirlo. Y hacerlo en mi mejor nivel se lo debo al actual cuerpo técnico integrado por Guillermo Herrero y Marcos López, ya que confiaron en mi y me apoyan. Algo que se me negó anteriormente", comentó.
Respecto a sus expectativas en Colombia, Seguel fue cauto y realista: "existe una amplia brecha entre las principales potencias y la Argentina. El resto evolucionó en los últimos años, se profesionalizó; mientras que nosotros nos estancamos. Los escasos éxitos del seleccionado se debieron a actuaciones individuales".