Quedan diez días para el debut del seleccionado argentino de basquetbol en el Preolímpico de Las Vegas. ¿Qué puede cambiar en esos diez días para que se modifique la visión que se tiene ahora del equipo que dirige Sergio Hernández?.
"Hoy estamos muy bien, unidos como grupo. Lo que se está viendo hasta ahora son roles, los juegos en parejas, se está viendo la química", reconoció Hernández como saldo de los amistosos previos.
Y quizá sea en ese punto en el cual se deba trabajar en el tiempo que media hasta el Preolímpico: la búsqueda de una identidad como equipo.
"Soy muy optimista, le tengo mucha confianza al equipo, porque puede dar más. Defensivamente tenemos problemas, sobre todo en el balance. Destaco el grupo y su generosidad, porque tratamos de ayudarnos todos", agrega el correntino Federico Kammerichs.
Está claro que este equipo, con la excepción de Carlos Delfino y Luis Scola, no tiene brillo ni el poder de desequilibrar individualmente, por lo tanto lo único que lo puede acercar a conseguir la clasificación para los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 es el trabajo en conjunto.
"Seguramente en los próximos partidos seguiremos ajustando detalles. El grupo está muy unido y trabajó muy duro durante toda la etapa de preparación. Ojalá logremos la clasificación a los Juegos Olímpicos", apunta Scola.
El ánimo del grupo se fortaleció por el impulso que significó terminar invicto la serie de amistosos jugados en la Argentina.
A partir del próximo jueves, la selección participará en Puerto
Rico de la copa "Tuto Marchant" y allí, Hernández y sus jugadores, deberán ajustar los detalles para llegar a Las Vegas con expectativa cierta de pelear por un pasaje para Beijing 2008.
