Recién se estaban acomodando los autos cuando todos quedaron paralizados en el autódromo roquense. El 128 de Luisina Soto voló por el aire, después de recibir un toque. Dio varios tumbos hasta terminar a un costado de la salida de la horquilla.
Fue un golpe fuerte, por lo que no dudó en poner la bandera roja para permitir que los encargados de seguridad pudieran asistir a la debutante en la Clase 2 del Turismo Neuquino, el también denominado TC 1100.
Fueron unos minutos de angustia, hasta que la joven piloto bajó por sus medios y fue atendida por el médico de la categoría.
Conmocionada por el vuelco, Soto recibió un fuerte golpe en una de sus manos.
Pero la cosa pudo ser peor, como lo demuestra la secuencia gráfica, Soto per-dio el casco. ¿Mal atado?
Sin dudas, un tema que merece un análisis para conocer qué pasó, porque el casco es parte importante en la seguridad de un piloto.
Pasado el susto hubo una prueba. En la pista ganó Antonio Diodato, pero por un recargo se impuso Cristian Geslovsky, quien también ganó la serie.
Geslovsky hizo el gasto de la prueba, hasta que en la última vuelta se cruzó un rezagado y levantó, por lo que achicó diferencia Diodato, quien se jugó todo en el curvón y fueron al toque.
Después de la bandera a cuadros, las autoridades de la prueba recargaron a Diodato con diez segundos por maniobra peligrosa y Geslovsky se quedó con la victoria.